sábado, 31 de octubre de 2009

"La casa alejada"



Cría calabazas en su pelo,
Pinta sus ojos como un recuerdo.
La niebla cae desde tan lejos.
Las mentiras, los saltos más allá de la madera de la verja
Los encuentros con princesas.

La conocí un día de tormenta
Fuimos felices, tanto como monedas
Me dejó cuando cayó la última gota de lluvia
Cuando barría el levante
Y el sol se incendiaba en el maíz.

Enjambrar los días
Y coger las noches del olivo
El zumbido de la sangre aburrida
El faro del día antes mudo para las pestañas frías.

La esperanza es un mal que a todos nos sienta tan bien
Una sonrisa de “Hoy, no tengo nada malo que hacer”.

La niña tiene un novio en las estrellas
Y yo una cita con quien yo quiera
El rocío muge por mis intestinos
Veo todas las caras como un bien
Como extraños brillos.

“Tú me dejas sin aliento”
¿Aún no lo he dicho?
Corría el verano del noventa y siete
Subidos a las montañas de paja
Cuando hablábamos del destino

viernes, 30 de octubre de 2009


Descansa, que bien falta te hace.
Veinte espinas atravesaron tu cuerpo impregnándolo de lágrimas de santos y aromas de ángeles caidos en desgracia.
Has luchado tanto por lo que creiste te pertenecía... y así lo fue... y así parece ser, pero no de la forma que tú crees.
Ahora sumisa esperas sobre plumas de gaviotas, pero al contrario que ellas tu no vuelas hacia nuevos horizontes.
Quisiste echar raices cuando por tus venas corrían espiritus libres de ataduras y qué duras fueron las primeras.. las primeras promesas postradas a verde piel de flor.. fué fácil herizarla con el viento, verdad? sí, ese viento traicionero que tanta desilusión nos trae a través del oscuro follaje en el que se mecían sonrisas y besos en la frente.

domingo, 18 de octubre de 2009

Memorias del fin del mundo

Estoy de guardia.
Me siento vacío.
Es una sensación nueva para mí, no sé qué hacer. Creas o no, la monotonía es aquí mucho más notoria que en la vida real (pues esto ni es vida, ni es realidad, es un sálvese quién pueda... es la guerra); es distinta. Sin embargo, empiezo a dudar de que antes hubiera una realidad verdadera, diferente a ésta.
Tengo breves momentos de lucidez. Me agobio, me deprimo, me alegro, me abrumo, me sofoco, me motivo, pero de todos modos, esos momentos de euforia desaparecen en custión de segundos y vuelvo caer en la más desilusionante y repetitiva monotonía.

(¡Estoy harto del olor a muerte y de cuerpos amontonados!)

Mi carácter ha cambiado o eso pienso. Cada día creo menos, o descreo de muchas más cosas. Hablo por no escuchar gritar al silencio, escribo porque sólo te tengo a ti para hablar.
No sé qué escribo, no sé si estoy escribiendo a alguien. Solamente el cariñoso zumbido de las moscas y el susurro incesante del lápiz deslizándose por la rugosa e impredecible textura de la penúltima cuartilla de papel son mis únicos compañeros de vigía.
Guardaré un poco más de papel para ti.

viernes, 9 de octubre de 2009

"Prófugo del verde"


Me persiguen esmeraldas verdes.
Ruedan por haces de luz hasta hacerlo suyos.
Saben que indican las pestañas
Por eso dormí los parpados
Y a mi pesar encontraron mis ojos,
Los ojos que te he cerrado.

Hice al aliento prófugo de la oscuridad del pecho
Para que no palpitará como atenuando su ráfaga para cuando vinieran.
Ese humo de ojos me esta volviendo loco
Sentado en el espejo buscando un espejo mas

Enterré aún perfumadas las yemas del tacto
La sonrisa enredada en sus sonrisas
La fábula de la espada por el mango
El corazón con todos sus diablos
Y el recuerdo viene con su pincel de lazos
Con su yunque, con sus heraldos
El recuerdo viene a recordarlo.

Y hay un relámpago que se hace con el tiempo
Que me mete dentro
Y te veo en ese momento
A la vez en el futuro, en el presente y en el pasado
Y te imagino translucida en las escaleras, sonriendo o hablando
En la cafetería con tu cigarro
En el aula, en la cama o en mis brazos
En fin, por donde paso.