martes, 28 de abril de 2009

La oscura oscuridad de los aseos


Una mota de polvo remando con ambos brazos y contra la eternidad
Y un conejo perdido en la alfalfa,
Alta, desde que se perdió nuestro aniversario en su tupida paja.

Corsarios de poniente en la pineda desnudan sus espadas de madera
Y espacios residentes como gatos por nuestras ideas,
Brillantes, desde que nos rodeó la marea.

Coronas de espinas, coronas de campos de espinas
Coronas de montañas llenas de campos de espinas
Y el polvo que se desprende de mis sueños debajo de la cama
Que ya es como el amor de tanto soñar yo con ese amor,
Quiméricos dolores de cabeza,
Desde que cada mujer que veo por el callejón
Deja un sutil rastro de menta.

Las flores típicas de la tienda bajo las pestañas del toldo azul
y la mandrágora del pantano que camina en ti, salvaje,
Te abrazan con su húmeda celosía de espejos
Y sus frutas del tiempo.
Una velada romántica con la oscuridad del aseo,
Cada vez más oscura, desde que ya no te quiero.


by El Dimas


COMENTARIOS DEL AUTOR: Un poema fácil de entender para los que ya no se quieren y para los que les gusta vomitar en la soledad de sus aseos. Los primeros versos de este poema los soñé.

jueves, 2 de abril de 2009

CUERO ESPAÑOL, SANGRE CON PURPURINA Y PLATA DE BUENA CALIDAD


Detrás de esos vaqueros a la moda,
Hay unas piernas morenas y suaves,
Y tras ellas, una sangre limpia,
Y detrás, una rosa que no quiso ser masticada,
Hasta que lo quiso,
Y detrás un plateado hueso como lomos de una mula.
Ahora estas sentada en un buey,
Obviándome e ignorándome,
Rumbo a las dunas de tu pupitre.

Tu sangre se amontona y choca
Y se llena de musgo
Cuando suena la noche.
Perecerías una ciudad aunque no lo quisieras,
Los supersticiosos no llamarían “callejones” a esas venas
Si no fueras tan fácil perderse en ellas.

El hidalgo de mi sueño sonríe triste,
Tus pantalones no harán
Una trenza para él,
Lengua de tu ventana,
Cuando aparezcan los fantasmas,
Y yo salga a cabalgar en tu campana
Por los campos y hasta donde llegue la retama.

Sólo el verano y sus príncipes halados
Verán tus piernas desnudas,
Y florecerán junto a la piscina.
Lamentablemente, tu amante sólo será tu amigo
Y no te querrá como yo no te quiero.
La limonada que prepara a veces tu mama
Sabe a fresas recién cogidas.

Mientras otros pierden el tiempo en tener ojos
Tú ya has visto cuanto hay que ver:
La lluvia de pañuelos que para sus autores, en ocasiones, formaba un corazón,
Que siempre, siempre perfumaban antes de salir a la tormenta.
El caso omiso del barquero que se llevo tu alma de papel bajo el puente y lo cruzó para no volver a verte.
El dios que te dijo: “no hagas caso a nada salvo al suelo” y murió en temporada de sueños, en la casa de la sidra.
La excursión aquella a “Cabo Cuadros” con tus amigas
En la que al final del día viste el futuro entre las cañas
Y te pareció un paisaje mejor.

Un sueño habrá para mi, muñeca,
Un sueño habrá para mi.
Donde el azúcar y los colores apagados
Sean requisitos para ser cómplice del fuego,
Y las estrellas en la mano y la vista puesta en lo alto.
El cielo bajo cae como lo haría una pluma
Mientras pienso lo que hacer si un día
Acabaras entre mis brazos.
by Dimas