viernes, 21 de agosto de 2015

Compromiso cívico de desaparición.



Te echaré de menos al principio,
no mucho más.
No esperaré a que una lluvia amarga
deshaga como un telón,
o me de su permiso el suelo
para enterrar tu apestoso y florido cadáver negro.

He llevado al límite mi dolor.
Lo he llevado en un triciclo alado.
Ha viajado más que yo.
Sabe más que yo.
Reconoce, como hasta la más inexperta de las navajas lo hace,
que la sangre puede cambiar
solo un número determinado de veces de color.

Te echaré de menos al principio,
solo al principio,
pero lo haré bien,
como se tiene que hacer,
con la puerta de mi habitación cerrada a las visitas
y conmigo dentro, esperando a que vengas,
y que luego, 
por mucho ponerle velas y lagrimas 
a los santos que me crean,
no aparezcas.

Lo que nos podríamos ahorrar,
Lo que nos podríamos reír
si nos olvidáramos, el uno al otro, 
a la vez y porque si,
en un compromiso de desaparición equitativo y cívico.

Pero no, yo te echaré de menos, desde el final, un poquito.
Y por mucho que ese romántico íncipit no sirva de nada,
me seque con su comienzo la garganta,
y me acabe con su inicio,
te echaré de menos,
al menos,
al principio.

-Dimas P.L.- También conocido como Limas