lunes, 21 de septiembre de 2015

Cazadores de ranas y sapos.



A los malolientes muertos que ha dejado la guerra entre los poetas y sus musas.
¿Veis como hay que colgar en la plaza del dogal,
desde el primer y redondeado pacifistas,
hasta el último incrédulo hijo de puta?

¿Veis, con la sangre corriendo, frente a vosotros,
por vuestros salmos de ángel,
que no era tan buena idea escudarse en el corazón,
o en la obertura de su llave?
¡Borregos!
¡Mira que armarse de tinta borracha,
de pinceles enajenados,
de pechos alterados por canciones,
de pequeñas flores,
que se deshojan a vuestros suspiros,
como un reducido grupo de diamantes!

Las lágrimas gatean, pasean, corren.
¡Bien que lo sabéis!
Como torneadas veletas de piedra
que cambian el curso de los vasos de vino,
de los arodillados dispensadores de anillos,
del centro, por repasar, de los tatuajes de aullidos.
Las manchas de las jirafas tienen forma de nimbo,
acercándose por la espalda, a esta cabaña en el río.

A los abracadabrantes amantes del amor
y otros festines de basura, con peor sabor pero con mejor destino.
No caen en vuestra red de saliva, los rastros que podéis ir llamando “El Futuro”. 
En su lazo de manos, en su lucha de payasos,
ninguna verdad oculta,
ninguna carta heliográfica,
que nos deje desnudos y pendiente de los astros.
¡Tened! ¡Sostened!
Asquerosos ramos sin plumas,
aplopejías musicales, torcidas ruinas de versos vertebrales.
¡Que sí! Es muy probable que la vieras
arreglándose la nunca con un único cable de seda
y te pareciera, ese hecho, la más hermosa de las artes.
¡Que sí! Por un momento pensaste que sonaba “I Giorni”.
Puede que estuvieras ciego
o puede que fuera por la tarde.

Al bailarín de bullas, al punky adorable,
que sesteaba sobre el rigor de los clavos
y no le importo jamás contraer la locura.
De ninguna de las moradas frutas del pecho.
De los palacios inimaginables de su frente sucia.
¡Un crespón le ha pintado una rubia!
¿Quien toca ahora, nada más que para los sueños,
la flauta travesera del agua
con una mariposa en llamas
posada en las arrugas risueñas de su mente?
¿Él? ¿“El After Rock”?
Verdaderamente fue el primero en darse la vuelta
y en bajar los pies a las alturas.
Pero creo que no,
creo que lo que suena es una fortuita
y entreabierta caja de música.

El intruso anal, la promesa madura,
el primer beso inconsciente
en una noche detallada por las figuras.
El talento de morder con dientes de piano
y salir, sin ayuda de las manos, de las alas de los grillos,
de la droga dura del descansillo,
del pellejo de mebrillo,
del camino de visita de la turba.
La boca en la que se fue la luz
y se volvió a correr de su sitio la cordura.
El banco, hecho de madera de árboles que no querían morir,
abrasado, por no saber leer bien entre tiempos:
La posibilidad de una daga en el costado,
el riesgo asumible de nuestros brazos,
la levedad de las pecas, claras, distintas,
flotando en tan opaco y distante charco.
¡Eh banco puesto a un lado y magullado!
Venían del universo, de un bar repleto,
de la posible reventa de un concierto de Los Secretos,
del concurso de citas que todavía no han comenzado.

El cazador de ranas y sapos, prendido por renacuajos.
“ –Era otro elemento, el amor, en el que no había pensado”
Príncipes rescatados por princesas
que vienen siguiendo su propia trenza
desde un lejano recuerdo desatado,
y que cantan, para el deleite de ellos,
mientras los bajan de la torre del acordeón donde estaban encerrados,
una canción sobre “El Contador de Historias y un caramelo amargo.”

-Dimas P.L.- También conocido como "D"

viernes, 21 de agosto de 2015

Compromiso cívico de desaparición.



Te echaré de menos al principio,
no mucho más.
No esperaré a que una lluvia amarga
deshaga como un telón,
o me de su permiso el suelo
para enterrar tu apestoso y florido cadáver negro.

He llevado al límite mi dolor.
Lo he llevado en un triciclo alado.
Ha viajado más que yo.
Sabe más que yo.
Reconoce, como hasta la más inexperta de las navajas lo hace,
que la sangre puede cambiar
solo un número determinado de veces de color.

Te echaré de menos al principio,
solo al principio,
pero lo haré bien,
como se tiene que hacer,
con la puerta de mi habitación cerrada a las visitas
y conmigo dentro, esperando a que vengas,
y que luego, 
por mucho ponerle velas y lagrimas 
a los santos que me crean,
no aparezcas.

Lo que nos podríamos ahorrar,
Lo que nos podríamos reír
si nos olvidáramos, el uno al otro, 
a la vez y porque si,
en un compromiso de desaparición equitativo y cívico.

Pero no, yo te echaré de menos, desde el final, un poquito.
Y por mucho que ese romántico íncipit no sirva de nada,
me seque con su comienzo la garganta,
y me acabe con su inicio,
te echaré de menos,
al menos,
al principio.

-Dimas P.L.- También conocido como Limas


lunes, 4 de mayo de 2015

El día del espectador



Has monotematizado mis sueños.

Yo antes era feliz entre dinosarios de tres patas
que alargaban su cuello en la pradera
por la última hoja de cinco puntas con forma de estrella.

Yo era feliz pagando mis deudas
con Jaldabaoth "El dios negro"
encerrados, repartiendo cartas a sus huestes macabras
en el peor garito del infierno.

Las noches buenas, incluso,
Mercury volvía radiante del hoyo
y me enseñaba los secretos
de mantener bien perfilado un bigote
y como sacarle, a una corona de ante, el polvo.

Pero ahora no, no puedo ir más allá de ti.
Entro, me siento y pasan tu película.
Una y otra vez.
Unas veces te persigo en ella
por un territorio devastado por las guerras,
donde han muerto tanto saltimbanquis como teteras,
y otras, me coges de la mano que menos tiembla
y me entierras en el amor y otras cosas imposibles,
que bien es sabido que es cosa de sueños
y no de realidades canallas, subrayo: reales, y plausibles.

No es justo para el bestiario de bichos raros
que tenía allí, turnándose para caminar por el aire
o entregarme planetas, bien parecidos y lábiles como una cometa.
Metiste a tu melena oportunista allí,
sin permiso, quizá por una de mis orejas,
y no queda espacio para que ondeen otras banderas.

Quiero que vuelvan los piratas y los cowboys,
todas las flores de “Where have all the flowers gone?”
las casas abandonadas y hasta aquel perro enano
del que no puedo esconderme
y que corre tras de mi demasiado rápido para su tamaño.

Quiero acabar con tu reino de anuncios de perfume y sueños.
Prefiero la oscuridad aburrida y absoluta
que acabar dormido en ti
y en tu pase de creer que todo es verdad
que todo es real, hable la luna desde el cielo que hable,
y que nunca va a venir la luz del sol o mi madre despertarme.

-Dimas P.L.- También conocido como "DimasNoglass"

sábado, 14 de febrero de 2015

Shadwell Blue Roll



Si tan solo pudiera provocar en mí
tan fácilmente la explosiva llorera
y las largas y consistentes lágrimas de su chistera
como podría y puedo cuando lo necesito
provocarme con los dedos el vómito.
Me vaciaría, me quedaría como nuevo y contento
y este autobús de latón, sin importunar al conductor,
llegaría alguna parte
y no iría por los suburbios mirones de Shadwell
zigzagueando entre ramas de semáforos secos
todo recto hacia el infierno.

Si pudiera rascarme con la uña en el ojo
hasta sacar una pequeña punta de un infantil sollozo,
de la primera lagrima escondida girando en este pozo,
y tirar de ésta y que con facilidad pasmosa
y una pedante canción romántica
salieran todas anudadas y de colores,
una detrás de otra, en orden
hasta que lo que quedara de mi ser solo fuera la otra punta.
Destejido pero contento
ya no sería esta habitación más,
un cajón de tachones en el diario
donde me guarda arrumbado alguien malvado
como un lejano y borroso recuerdo
que aun no puede olvidar
pero se esmera en algún día lograrlo.

-Dimas- También conocido como Elviajerodelashorasintempestivas