lunes, 30 de noviembre de 2009

Fragmento del poema "La historia del agua de tocador"




Su pupila se convirtió
En un mundo
Por dibujarla muy grande
En el techo.
En mi tiempo libre solía mantener un buen pulso
Pero todo es que brille la cuchara
Que se incendie el molino por una carta
Y caer en la piel del polvo, desnudo.

By Dimas

viernes, 27 de noviembre de 2009

12 Septiembre del 2007 . Actualizado xD


Le susurré a las plantas que mi corazón te pertenecía,
y menudo error a estas alturas el regalar un corazón.
Me hiciste daño, sufrí por ti
y no volviste para consolar mis lágrimas.


Pero yo sé que hubo un momento...
y que no habrán más...
se que existió una historia efímera...
que encontró su final...


Y de nuevo la historia se repite,
pero esta vez no amanecen tristezas en mis sauces.
No se esparcen magulladuras por mis tierras.
No germinan profundos hoyos en mis arroyos.
Esta vez es igual y diferente.


Pero yo sé que hubo un momento,
y que no habrán más,
se que existió una historia efímera,
que encontró su final.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Fragmento final del poema "Problemas de Nariz"



Bórrame los labios a nuevas cicatrices
bésame como ya tantos han hecho
y como nunca me han besado
dime cuanto sin ti ya he escuchado
y tu voz será para mí
la primera vez que lo oí.

by Dimas

NOTA PARA ADICTOS: Por problemas tecnicos no he podido poner el poema por completo...
Siento no saciar vuestra incomensurable sed alcohólica de poesía de baratillo
si alguien quiero verlo completo
que me solicite por medio de nuestro odiado Tuenti
o me mande un correo...
eldimas89@hotmail.com

martes, 17 de noviembre de 2009

De la traición de la confianza.






Quizás pensaras.. o no.. quizás no pensaras.
Quizás sintieras.. o no.. quizás no sintieras.

Quizás te hastiaras.. o no.. quizás no.


De cualquier modo ya no importa.
Te di tanto y todo, que ahora ya nada me pertenece.
Ni tus regalos, ni tus palabras, ni tus recuerdos.
Todos bañados de falso veneno,
aquel que yo quise tragar tan gustosamente pensando que era dulce elixir.
No, no podría quererlos,
ni siquiera pensando que fueron fruto de algo aún puro.
Ahora no.

Caí. Tocada y casi hundida por una guerra naval
que mantenía sus movimientos en secreto, bajo el agua.
Con escasos salvavidas y tan sólo un coche de gasoil.
JA! Como si apretando el acelerador
pudiera huir de todo lo que mi mente conocía ahora.

Qué estúpida y confiada fui
y qué estúpida y confiada seguiré siendo.

martes, 10 de noviembre de 2009

Hostal "El Grito"



Cuatro días interminables de disputas, discusiones, golpes en las paredes de papel y sollozos en los más oscuros silencios de la noche. Y mientras, el Señor J y la Señora Y, enclaustrados en la habitación 232, pretendían pasar esos días sin llamar la atención, desapercibidos (ésa era su principal misión), aunque en ese expresionista lugar lo más seguro era salir siempre de la habitación con un ojo morado o un algodón en la nariz empapado en sangre, por si acaso.


Apenas se dirigieron la palabra durante esos días en aquella extrañamente soleada habitación, y aún así la Señora Y estaba cansada de oír la historia del Señor J, una historia que alguien que no la conociera pensaría que había nacido de un momento de decaimiento, de profunda angustia y desesperación existencial del escritor más convulso-angustioso que puedas encontrar. Pero ésta sólo narraba un episodio de su vida, tan común entre el resto de la gente, que era extraño que hubiera marcado su vida de forma tan voluptuosa. Por ello le hastiaba oir una y otra vez la “trágica historia de mi vida”, como solía empezarla él, el pesado, inmaduro y maloliente Señor J. Pero no le decía nada y le dejaba contarla, porque sabía que si no le permitía expresar todos sus sentimientos y emociones, no podrían hacer el trabajo que tenían encomendado, y acabarían criando malvas en el más profundo pozo del más oscuro e inhóspito bosque del país, con suerte ya con un tiro en la sien cuando les dejaran tirados en el lugar donde volverían a formar parte de la tierra.


Paredes rojizas, hombres con gorras (sombreros de copa) que le cubrían la mayor parte del rostro difuminado.
Una barandilla de madera, un golpe seco, cristales, y un grito a medianoche.


No pudieron aguantar más y esa misma noche salieron del hostal, y con 4 horas de adelanto respecto al horario establecido de común acuerdo con sus mecenas, cogieron el coche malva y emprendieron el camino hacia todos y hacia ningún lugar.

lunes, 9 de noviembre de 2009

"Abandonando Atlantic City"


-¿De dónde vienes chico?
-Cargo mi mochila desde las costas humeantes, Atlantic City, señor
Donde eligen hundirse en las tormentas barcos de papel
Y es difícil convencer del amor.
-¿Y tiene que volver? ¿le espera alguien?
¿una chica talvez…?
-No señor, los domingos son solitarios, invernales
De mantas gruesas y calentadores de agua con nombre de mujer
-Entonces no le envidio muchacho
A mi me esperan, mi esposa, mis hijos, un bulldog
La pipa, las zapatillas y un enorme salón
-En realidad hubo alguien una vez…
-¿ves?
-…Una chica de pelo rizado como el tren de las tres y diez a Yuma
Y de sombra alargada, tanto como cabalgar al atardecer.
Sigo su rastro de migas por los blancos tejados
Y su estela de susurros, según tenga erizada la piel

Oh! La quise tanto y tantas veces

Por eso he dejado atrás vetas de vagabundas nubes,
Levadura de oxido de raíles en flor,
Por eso he venido aquí
Llevo los pies entumecidos
Y veinticuatro horas sin dormir
Señor, me he parado a rezar en cada alborada,
Frente a marquesinas, estafetas
Sobre hierbas y pendientes
Sólo pido encontrármela de repente

Oh! porque la quiero tanto y tantas veces

by El Dimas.

¿Es qué nadie ha estado en Atlantic City?

domingo, 8 de noviembre de 2009

Las ceras de la vida



Hemos de pintar nuestros días con las ceras que nos han dado...

... y hacer así de nuestra vida nuestra propia obra maestra.

jueves, 5 de noviembre de 2009

XIX


Amo a esos cadáveres huesudos que tanto me hicieron sentir. Me conmueve su causa y me duele su dolor. Sí, quizás me equivocara de época al nacer. Sí, quizás allá habría podido ser tan desdichada como todos ellos o haber salvado a uno, a la vez que a mi, de tal desdicha.

martes, 3 de noviembre de 2009

Y volverte a enamorar




Y volverte a enamorar será imposible,
como caminar sobre montañas tan altas como infinita mi angustia
con el peso de unas musas decaidas a mi espalda,
y el invisible sonido del timbre que anunciaba tu llegada.

La esperanza, aun muerta, sigue latente,
es ahora cuando comprendo lo que es la fe,
pues sabiendo que tu venida es un desvarío sin par
la deseo y espero a cada indicio de visita.

Mi razón está ebria de ponzoña,
de ese veneno que desprende ese músculo en mi pecho,
y ¿cómo mantener la cordura
si el romanticismo es la época que más cobra vida en mi?

Despierto cada día entre sábanas arrugadas
y sólo hay una cosa de la que no dudo en absoluto:
existe una pieza en este mundo
que encaja a la perfección con mi persona.

Si las almas gemelas existen, yo ya conocí a la mia:
triste de pensar que estaba ciega, sorda, muda,
triste de pensar que no sabía amar.
Es imposible no creer así en el destino,
y en volverte a enamorar.

domingo, 1 de noviembre de 2009

¿Quién soy yo?


Estoy descolocada.
Tras unos meses llenos de enagenada felicidad he despertado volviendo a creerme musa y escritora... pero no.
Compadezco mi frágil autoestima,
no soy lo que creo ser cuando soy fuerte.
No creo que hayan sido las palomas en mi vientre.
No soy el mar de aguas calmadas en primaveras verdes.

Me conmovía tanto lo silvestre...
deseé dejarlo todo y marchar para siempre,
deseé ser aquella corriente de los riachuelos del oriente,
deseé poder haber deseado eternamente.

¿Qué queda de <> dentro de mi?
he obscecado mi mirada y me miento para no sufrir.