Me persiguen esmeraldas verdes.
Ruedan por haces de luz hasta hacerlo suyos.
Saben que indican las pestañas
Por eso dormí los parpados
Y a mi pesar encontraron mis ojos,
Los ojos que te he cerrado.
Hice al aliento prófugo de la oscuridad del pecho
Para que no palpitará como atenuando su ráfaga para cuando vinieran.
Ese humo de ojos me esta volviendo loco
Sentado en el espejo buscando un espejo mas
Enterré aún perfumadas las yemas del tacto
La sonrisa enredada en sus sonrisas
La fábula de la espada por el mango
El corazón con todos sus diablos
Y el recuerdo viene con su pincel de lazos
Con su yunque, con sus heraldos
El recuerdo viene a recordarlo.
Y hay un relámpago que se hace con el tiempo
Que me mete dentro
Y te veo en ese momento
A la vez en el futuro, en el presente y en el pasado
Y te imagino translucida en las escaleras, sonriendo o hablando
En la cafetería con tu cigarro
En el aula, en la cama o en mis brazos
En fin, por donde paso.