Pueden hacer unos treinta grados.
Aunque si te despistas,
El ajetreo de la gente en la pasarela
Puede hacer parecer que está lloviendo.
Incluso podrías ver las gotas inundando tus pestañas a través de otros ojos
En un segundo donde el rumor se condensa
Y caen unas lágrimas vinculándote al azul
Y a la suspensión.
Ayer a las cinco, mientras los naranjos corrían a mi lado
Me picaron el billete hacia Elche
Con un troquel de trébol de la suerte
Y no sé, pero ese día me invitaron a un helado,
¡De dos sabores!
Ascendí despacio las noches de la catedral acompañado
Y las luces de las farolas soplaron en la oreja a mi favor.
Pude apretar sus rodillas desnudas entre las mías
Y parlotear sagrado
El verde brillante de los árboles donde se querían en un corazón
Fulanita y cualquiera
Se estaba drogando.
Y puede que en ese momento,
En otra parte del mundo,
Las cotorras se congelaran súbitamente
Y empezaran a caer de sus palmeras y de los cables de alta tensión
Impidiendo la buena circulación del tráfico
O que no le funcionara a alguien el mando
O que se la cayera de la cuchara a una niña el último cereal del vaso
Pero a mi me daba igual
Justamente en ese momento
Iba de su mano.
-Dimas- También conocido como "Tesoro,porsuhermanacuandoeraniño"A propósito de... Hay dos tipos de personas, las que entra a una heladería y se presenta ante los helados y pilla de los sabores típicos para su tarrina o cucurucho, y la que innova con sabores de colorines. No sé cual será mejor o peor, pero de ¿cual eres tú, mi querido lector indigente?