-¿De dónde vienes chico?
-Cargo mi mochila desde las costas humeantes, Atlantic City, señor
Donde eligen hundirse en las tormentas barcos de papel
Y es difícil convencer del amor.
-¿Y tiene que volver? ¿le espera alguien?
¿una chica talvez…?
-No señor, los domingos son solitarios, invernales
De mantas gruesas y calentadores de agua con nombre de mujer
-Entonces no le envidio muchacho
A mi me esperan, mi esposa, mis hijos, un bulldog
La pipa, las zapatillas y un enorme salón
-En realidad hubo alguien una vez…
-¿ves?
-…Una chica de pelo rizado como el tren de las tres y diez a Yuma
Y de sombra alargada, tanto como cabalgar al atardecer.
Sigo su rastro de migas por los blancos tejados
Y su estela de susurros, según tenga erizada la piel
Oh! La quise tanto y tantas veces
Por eso he dejado atrás vetas de vagabundas nubes,
Levadura de oxido de raíles en flor,
Por eso he venido aquí
Llevo los pies entumecidos
Y veinticuatro horas sin dormir
Señor, me he parado a rezar en cada alborada,
Frente a marquesinas, estafetas
Sobre hierbas y pendientes
Sólo pido encontrármela de repente
Oh! porque la quiero tanto y tantas veces
by El Dimas.
¿Es qué nadie ha estado en Atlantic City?