viernes, 26 de noviembre de 2010

Papillon nunca pierde


Cuando el vapor crece,
Cuando el agua está caliente,
Un ángel se hace de lo que se puede.
Yo lo recordaré como el día en el que las luces del barrio
Desde lo alto de “La Muela” formaban un espeso engrudo
Y él, armado de un rosario corimbo con muescas
Sus mejores discos y un cartón inflamado,
Instrucciones, creo, de la ruleta,
Pasó por la estameña.

En un anillo tengo el pingüe plenilunio
Hecho de encuentros de escarcha y frío
Que atavíe de mi aliento blanco por paramos y macetas.
En las listas de venero, sigo yo el primero
Como virtuoso de los cuernos,
Imaginero del talud del beso,
Y principal sultán de puertas de atrás y caídas en tendederos.

Y así llegaron los infartos de todas sus corazonadas.
Y así José Antonio, hermano de José María y Juan Ramón,
Como dejan de jugar los amigos,
Nació como paisaje en un cuarto sin ventanas.

En el hogar pasturan el calor los antepasados
Con azaleas duras como espíritus de avellano
Y con la sonrisa pura de los años.
Pero cae un claro en “La Trepadora”,
Divaga un llanto dando saltos por la pasarela.
Nadie quiere nacer a la muerte tan pronto
Ni por un amor tan loco.

Papillon, nunca pierde.
Las mariposas se matan dulcemente.
¡Hagan sus apuestas!,
Veinte contra veinte.
La belleza me mata por morir continuamente.

Ciudades de sol
Bajo las sombras de las pinzas y en los lagos de mesa de los barreños.
Salen a tender las herederas
Mascando chicle, con arrugas en la camiseta
Y la tripa por fuera.
El niño la mira como las plantas.
Un mirada recién cogida.
Una sonrisa primera.

Y José Antonio lleva una temporada viviendo en el futuro
Asomado al balcón, ventilando la ficción de su habitación y del humo de su puro
Y entreteniendo a un bufón virtual con un sentido del humor bastante chungo.
Recuerdo cuando solíamos salir a tomar cervezas por las tiendas
Él era el capitán de las barcas a motor
El mayoral de la mayoría de las cabras sin bufanda
Él se pedía su zumo y por diferentes zulos
Repartía cartas a nivel de usuario
Pero como todos las queríamos repartir
Y mientras yo lo miraba con entusiasmo desde lo oscuro.

-Dimas- También conocido por "Shutup!,Dimas,shutup!"

A propósito de...
¿Quién no tiene compañeros que dejaron de jugar con nosotros por aquello de crear familia demasiado pronto?
de esto va este entretenido poema, que me brindó un curioso amigo de esos que no lo son del todo pero que admiras por estupidas razones adolescentes y de recreativos.
Recuerdo que le caia bien pese a que él fuera de la peña de los mayores y yo un mocoso en aquella época yyyyyyy me dió una vuelta en su "Checa Tzr" que eso era muy molón, y ¿por qué no? incluso lo sigue siendo ahora! en fin... no sé donde parará aquella moto... y lo peor tampoco sé donde su dueño, esto suele pasar...a si que
no se hagan los remolones girando la cabeza! saluden a los compañeros que no han visto en mucho cuando se los crucen por la calle, saludenlos y pregunten, saludenlos y digan: "¿Te acuerdas de aquella vez en la que...?

Este poema se comenzó en 4º de la ESO y se finalizó en 3º de carrera

5 comentarios:

  1. Uno saluda esa gente que conocía cuando esa gente mola y es digna. A tomar por culo la complicidad, Dimas el Impertinente!!

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  2. Jajajajajaj crees que algún día Joaquín Reyes se arrepentirá de haberme llamado impertinente?

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  3. no estaras rebelando nada de alguna peli con el titulo, verdad!?!?!?
    en lo estrictamente literario, se nota la inmadurez en tu lenguaje, lleno de palabras soeces e impertinencias... que no, que esta muy bien, un poco recargadete, como a mi me gusta

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  4. Tranqui, ese título, lo puse 5 años antes de ver la peli, aunque ahora que lo pienso...

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