Nadie entiende lo bien que se duerme
El alma prudente a cal y canto.
Las llaves maestras no abren, me temo,
Corazones maestros en estar bien cerrados.
¿Qué necesidad hay en servir de perchero a puñaladas?
Antes que las alas del candor sirvan para perfumar al batirse mis entrañas,
Que las alimañas del exterior las utilicen de diana.
Yo y mi particular encierro por dentro.
Yo y mis pasillos mal avenidos que no van a ninguna parte
Y que los recorren ciegos, polvo y secretos.
Yo y ningún viento que avíe el silencio.
Yo y la luz que me brota
Que no ha de saber que existen otras.
-Dimas- También conocido "Elmandarinero"
A propósito de... Estos versos hablan tan bien de mí como de cualquier otro por los que los haya podido escribir
ves! sabía que lo podías hacer mejor que lo que demuestras en el Feisbuk últimamente
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